Princesa destronada

La Gran Vía en otoño está preciosa, hoy luce diferente, brilla con este azul limpio o así me lo parece.

Mis pies se detienen junto a la calle Viladomat al llegar a la casa Golferich. Mis manos acarician aquello que el arquitecto dejo al alcance de los peatones. Su portón de dos puertas, su reja, su estructura modernista me hacen soñar en principios del siglo XX y me pregunto cual será el destino que el Ayuntamiento tiene previsto para esta vivienda de suntuosas ceramicas y maderas preciosas. Sigue leyendo

¿Sandalias o tacones?

Hay momentos que se quedan anclados en nuestra memoria para siempre.

Hay personas que nos tocan el corazón, una sola vez, y su pisada perdura en nosotros, son el rescoldo que nos calienta aunque llevemos en nuestro interior un largo y silencioso invierno.

¡Cuando tiempo sin saber de ti¡ Sigue leyendo

Bonito despertar

¡ Zas ¡. ¡ Zas ¡. ¡ Zas ¡

El sonido es claro y me llega amortiguado, lejano y próximo a la vez.

Y se repite, tiene ritmo, resuena en mi habitación.

La luz no se filtra y no entra en mi cuarto. En mi aposento, de verano, no tengo ventanas. Para acceder se deben atravesar dos puertas, sin picaporte. Para abrirlas hay que girar la llave en su cerradura, y tiene truco, no es de fácil acceso. Sigue leyendo