Me acomodé en el sofá con una cerveza en la mano y agotado después de un duro día de trabajo. Frente a mí, una presentadora de informativos con unos grandes pechos, me explicaba por enésima vez la situación política del país. Que si éste está imputado, que si el otro no está de acuerdo con las medidas económicas del actual gobierno, etc. Y yo, en modo “encefalograma plano” dejaba mi mirada perdida sobre la pantalla luminosa del televisor, sin prestar apenas atención. Sigue leyendo
textos cortos para leer
Descubrimiento
Hacía días que se miraban. El trayecto del tren se hacía cada vez más corto. Habían entrado en un juego de miradas que difícilmente podrían parar. No sabían dónde les llevaría esa situación. Estaba claro que los dos querían que pasara algo pero no se atrevían a dar el paso.
Después de una semana de no coincidir con él en su trayecto diario, Laura empezaba a estar desesperada, no sabía por qué, pero estaba claro que debía confesarse a ella misma que deseaba conocer a ese chico, saber más de él y por su puesto tener algo con él.
Una tarde quedó con sus amigas para ver una exposición de fotografías que estaba teniendo mucho éxito. El autor era el amigo del ex de alguien, y ésta era la excusa. Pero en realidad la exposición no estaba nada mal. Eran láminas muy simples, mitad fotografía mitad dibujo, de líneas limpias, muy minimalista la verdad.
De repente vio una cara que le llamó la atención. Era él. Aquel chico que llevaba meses viendo en el tren y que hacía semanas que no veía. No se lo podía creer.
Sis paraules
Corre, corre… Escriu ràpid. Ho has de posar tot: Cridòria, bombó, oposat, partit, afartament i pòsit.
Ja està… Tot està escrit. Sis paraules estriades en un berenar informal. Nois, i noies al voltant d’una taula, intentant fer-se escriptors, tot i que això és un pel pedant. Millor dir: Intentant escriure, pel fet d’escriure, de buidar-se de sensacions i de neguits. També per pur plaer. Plaer de sentir la teva pròpia veu camuflada, o no, però si despullada i lliure. Sigue leyendo
El sotanas
-¡Claro que lo hago!- dije entre vítores y ovaciones de mis compañeros de gamberradas
– ¡Está “chupao”!
Aquel septiembre, unos meses antes, mis padres decidieron meterme en los Salesianos donde iba a estar internado por primera vez. Más de 300 niños de todas las edades esperaban a los nuevos para examinarnos y meterse con nosotros. De entre los novatos había uno que debido a su corta estatura estaba destinado a ser objeto de todas las burlas: yo, Adolfo Sánchez, el canijo. Sigue leyendo
Vergonya
Només girar el carrer, i allà estava. Assentat al aparador d’una botiga, d’aquestes que tenen un esglaó, que no estan a ran de terra, i que en hi ha tantes a la meva ciutat. Era un de tants dels que havia vist aquell dia. Dels molts que proliferen per tots els carres, sigui quina sigui la barriada. Començava a fer-se fosc. Era una tarda d’hivern que no feia massa fred, Ell ocupava tot l’aparador, en aquell esglaó fred, potser de marbre blanc, que tot just es veia, ocupat com estava per ell i la seva roba escampada. Sigue leyendo
Vergüenza ajena o envidia
Eran más de las tres de la mañana y seguía sin pegar ojo. Posiblemente, era la noche de verano más calurosa que recordaba. En su casita de la playa, ni la brisa marina conseguía mecerla y sumergirla en los brazos de Morfeo. Ya no sabía qué hacer. Así que, saltó de la cama y decidió ponerse su vestido ibicenco y salir a pasear por la orilla, al menos le relajaría y se alejaría de sus pensamientos.
Caminó por la Playa Larga, una playa ideal para pasear, ya que en ella nunca se veía el final del paisaje. No era consciente de cuánto tiempo llevaba caminando, pero llegó a unas rocas que parecían ocultar tras de sí una cala. Sigue leyendo