Pon una Navidad en tu vida

IMG_0603Piensas que la Navidad es menos Navidad, más chiquitita tal vez, cuando tus padres ya no llaman por teléfono para preguntarte que vamos a preparar en nochebuena; o qué día los puedes llevar a comprar los regalos de navidad, que al final, acababas comprándolos tú porque ya no podían salir. O cuando llegabas a su casa y entre todos, colocabais las mismas guirnaldas, las mismas figuritas del belén, cada vez más descascarilladas, más pequeñas, porque tú habías ido creciendo y ellas, ellas se habían hecho mayores como ellos.

Piensas que la Navidad es menos Navidad si no tienes hijos; si no redactas con ellos la carta a los Reyes Magos; si no les enseñas a cantar villancicos como hacía tu madre, o a tocar la pandereta con esa gracia que le ponía tu hermano y que tampoco está; si no entras a hurtadillas a sus habitaciones con el corazón a punto de explotarte, cuando a los pies de sus camas acomodas esos pequeños tesoros, envueltos en personajes de ficción y lazos de color.

Sí, estabas convencida de que la Navidad era menos Navidad, si la vida, no te había concedido una razón para seguir abriendo esas cajas embaladas, llenas de luces y bolas que encendían tus ilusiones como cuando eras pequeña y así, catorce años en los que tu pareja ha ido colocando por aquí y por allá trocitos de deseo, de ánimo, de esperanza, de fe, de seguridad, a modo de: ahora pone una postal, ahora deja un regalo aquí, ahora escucha Santa Baby de Eartha Kitt … y tonta de ti, hoy te das cuenta, de que esa es precisamente la magia que cada día te impulsaba, a coger a sus majestades y acercarlas cada vez más al portal; a rotular con un círculo el día de vacaciones en aquellos calendarios que colgaban en la cocina de tu infancia; a visitar centros comerciales con árboles gigantescos, ¡ah! y a Melchor por supuesto, con su corona dorada y su túnica azul, esperando que tu sobrino se subiera a sus rodillas; o a sorprender, buscando eso y sólo eso que querías regalar. Pensaste durante demasiado tiempo, que la Navidad lo había materializado todo y que por eso no querías participar de ella. Sin embargo, hoy, has vestido tu casa con ese espíritu navideño que siempre has cultivado: el del amor. Y te dices, si das amor todos los días, ¿por qué no también en Navidad?

Toña Moreno

Un comentario en “Pon una Navidad en tu vida

  1. ¡¡¡ Que bueno Antonia ¡¡¡ Es bien cierto el final…. Navidad es todos los días cuando dentro llevas el amor y lo repartes sin medida…. sin codicia… dar para volver a dar… y ahora más… por que el egoismo y el comercio colocan una guirnalda de capricho y de desproposito… Pero hay que saber dar un toque especial, como tú lo haces. ¡¡¡Genial¡¡¡

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