Otro año que se acaba. Otra vuelta al sol finalizada.

La mayoría de nosotr@s, al llegar estas fechas hacemos balance anual. Sí, tenemos esta costumbre.

¿Y qué pasa cuando miramos atrás? Oh my God!!. Pues tomamos consciencia de que no hemos cumplido la mayoría de los propósitos del año anterior. Seguimos fumando, seguimos sin pisar el gimnasio, seguimos sin dominar esa lengua que tanto nos requieren en cualquier oferta laboral (sí, el dichoso inglés). Total, que volvemos a redactar la misma carta de propósitos, o incluso l@s más perezos@s, se limitan a cambiar únicamente la fecha.

Te voy a proponer algo, ¿aceptas el reto?

Voy a retarte para que este año no escribas esa inútil carta de propósitos. Voy a retarte a que este 2015 fluyas con la vida. Voy a retarte a que vivas el momento presente y disfrutes al cien por cien cada cosa que hagas.

Si gracias a tu curiosidad has llegado hasta aquí, te explico cómo hacerlo.

Has de estar presente en cada momento de tu vida. Es decir, ni anclado en el pasado ni preocupándote por el futuro. Has de despertar tus sentidos, ponerlos en marcha.

Pasea por tu ciudad. Estate atent@ a los sonidos, atent@ a los olores, a lo que perciben tus ojos….Seguro que has estado muchas veces en aquel lugar y nunca lo habías visto de la forma en la que ahora lo ves. Porque ahora eres consciente. Ahora lo ves, lo hueles, lo oyes, lo saboreas, lo sientes, lo tocas…Es el mismo lugar, pero de forma consciente. Nunca te habías fijado en aquel colorido balcón llenos de flores. Siempre han estado ahí, pero tú ibas demasiado acelerad@ como para darte cuenta.

¿Te has lavado alguna vez los dientes, prestando atención  a la textura de la pasta dentífrica, a su color, a su sabor, a su olor, al contacto de tus dientes con el agua…? Seguramente la respuesta sea, No. Vamos acelerad@s sin saber muchas veces a dónde nos dirigimos.

¿De qué sirven los propósitos si seguimos corriendo?. Desaceleremos. Vivamos. Sintamos que formamos parte de este mundo y que es nuestro derecho disfrutarlo. Ese debería ser nuestro principal propósito, el mainstream de los propósitos.

La vida nos presenta oportunidades y muchas veces no somos conscientes por este frenético ritmo que nos hemos empeñado en seguir.

Presta atención a las señales y fluye con lo que la vida te presente. Coge tu tabla de surf y surfea la vida sin miedo.

Marisol Rojas